A tan solo 45 minutos de Barcelona, en el pueblo de Sant Sadurní d’Anoia, está ubicada la emblemática bodega Freixenet. Líder en el sector de cavas y la cual distribuyó alrededor de 100 millones de botellas por todo el mundo en 2020, pese a la pandemia.
Bienvenidos a Freixenet
La bodega nació, en 1911, de la unión de dos familias, una vitivinícola y otra propietaria de la finca agrícola. Así Dolores Sala Vivé y Pedro Ferrer Bosch (apodado el Freixenet) se casaron y en consecuencia de la exitosa unión, en 1914 se lanzó al mercado la primera botella Freixenet, la cual triunfó por todo el mundo en poco tiempo.
¿Qué es el cava?
Cava és una denominación de origen de vinos espumosos españoles, más en concreto es procedente en su gran mayoría de la región de Cataluña, no por casualidad, Sant Sadurní d’Anoia es donde se concentra la mayor parte de producción. El proceso de fabricación se compara al del champagne francés. Sin embargo, una gran diferencia está en las uvas utilizadas. Para el cava se utilizan tradicionalmente la tríada: Macabeo, Xarel.lo, Parellada.
Desde luego, no todo en el campo son flores. Es esperado que una historia que remonta más de un siglo lleve también marcas no tan bonitas. La empresa, inicialmente familiar, tuvo momentos dramáticos, como el de la Guerra Civil en España, en 1936. Cuando hubo la colectivización de Freixenet y luego la desaparición de Pedro Ferrer y de su hijo mayor, Joan Ferrer Sala. Un trágico pasaje en la historia tanto de la familia como para la empresa.
Sin embargo, tras la guerra y con mucho esfuerzo, la familia recibe de vuelta su empresa y en 1941 sale a la luz el cava más emblemático de la marca, el Carta Nevada, que por supuesto es uno de los cavas más conocidos y vendidos de su carta, de igual manera 80 años después de su creación.
el emblemático Carta Nevada de 1941
Si después de este rápido contexto histórico te ilusiona hacer una visita a esta increíble bodega, sigue conmigo que te contaré más detalles prácticos.
¿Cómo llegar?
Desde Barcelona, en tren, es muy fácil:
- Deberás coger un tren Rodalies, de la Línea R4, hacia Sant Vicenç de Calders
- Hay salidas, más o menos, a cada 30 minutos
- El trayecto tarda algo como 45 minutos
- La estación en Sant Sadurní d’Anoia está justo delante de la bodega
Si vas con tiempo, puedes ir al centro del pueblo para tomar algo o esperar un poco. Caminando son cerca de 20 minutos.
Visita, Cata y Ibéricos
Empecemos así, la bodega tal cual es una preciosidad. La reducida exposición de coches antiguos nos permite viajar en el tiempo desde el patio. Luego, la visita empieza con una película corta, que cuenta un poco de su historia.
En seguida, los grupos son dirigidos a la visita guiada. Un paseo por la historia, donde se cuenta un poco de la empresa, de la innovación en las propagandas y, por supuesto, de todo el proceso de fabricación de la bebida icono de Cataluña, el cava.
Nosotros elegimos, entre las opciones de Visita y Maridaje, el de Cavas e Ibéricos. No podríamos haber elegido mejor.
la selección de embutidos
La duración del paseo es de alrededor de 2.5h. Hay un experto que explica cada centímetro de la bodega, muy amablemente. Y hay que decir, el espacio es muy grande y aún así se hace un recorrido completo por salones históricos. Incluso el dicho Salón Real.
Paseo hecho, es hora de la cata y de los ibéricos. En nuestro caso, el maridaje de 4 cavas con embutidos de la mejor calidad:
los cavas de la cata
- Brut Barroco
- Trepat 2019
- Cuvée DS 2015
- Reserva Real
El guía nos explica, con mucha paciencia, detalles de cada una de los cavas y como cada embutido puede afectar a la experiencia.
Y así termina la visita. Al final, salimos de la visita con algunas botellas de más, conociendo mucho más de los cavas y entendiendo que hay lugares interesantes más allá de Barcelona.
